Todos nosotros somos Augsburgo.

Querido pueblo de Augsburgo,

El cruel atentado terrorista de Hamás nos ha dejado a todos atónitos. Ha traído un sufrimiento inimaginable a Israel y a Oriente Medio. La ciudad de Augsburgo y yo personalmente estamos firmemente del lado de Israel.

Además de las terribles imágenes que nos llegan cada día de la zona de guerra, me preocupa especialmente nuestra convivencia pacífica aquí en Augsburgo. Sé que el conflicto preocupa a muchos ciudadanos de nuestra ciudad. En nuestra tradición de ciudad de paz, la coexistencia pacífica aquí en Augsburgo es nuestro mayor activo. Debemos tratarnos unos a otros con humanidad, empatía y respeto. Ni que decir tiene que no difundimos consignas hostiles, que defendemos lo fundamental que nos define y nos une a todos: nuestros derechos humanos. Y no hace falta decir que nos respetamos mutuamente en nuestro dolor por los numerosos muertos e innumerables heridos. Puedo sentir muchas emociones en nuestra ciudad en este momento. Ira, miedo, tristeza, horror y también impotencia. De lo que estoy en contra es de relativizar o incluso glorificar el terror y la violencia. Quien lo hace no puede reivindicar la libertad de expresión. Su propia libertad termina allí donde la dignidad y la integridad de los demás se ven afectadas.

Por eso hago un llamamiento a todos: preservemos la convivencia pacífica que vivimos todos los días en nuestra ciudad, especialmente ahora.

Les agradezco de antemano su apoyo personal a la paz en nuestra ciudad.

Eva Weber
Alcaldesa de la ciudad de Augsburgo

Augsburgo es una ciudad diversa y dinámica. Junto con la administración, numerosos clubes, iniciativas, asociaciones, iglesias, comunidades religiosas, grupos de proyectos y particulares comprometidos contribuyen a configurar Augsburgo como una ciudad de paz vibrante y activa.

Actualmente, los efectos de los conflictos geopolíticos también se dejan sentir cada vez más en Augsburgo y se reflejan en forma de antisemitismo, hostilidad hacia los musulmanes y otras formas de misantropía grupal. Estos conflictos geopolíticos no se resolverán en Augsburgo. Por eso es aún más importante preservar la convivencia pacífica que vivimos a diario en Augsburgo.

Para lograrlo, debemos tratarnos con humanidad, empatía y respeto y concienciarnos sobre el respeto mutuo, la tolerancia y la solidaridad. En nuestra tradición como ciudad de paz, la coexistencia pacífica aquí en Augsburgo es el mayor bien.

Ni que decir tiene que no difundimos consignas hostiles, que tomamos partido por lo fundamental que nos define y nos une a todos: nuestros derechos humanos. Esto es a lo que nos comprometemos como gobierno municipal. El antisemitismo, la hostilidad hacia los musulmanes y todas las formas de discriminación, racismo y misantropía de grupo no tienen cabida en Augsburgo.

Porque todos somos Augsburgo.

Ese es nuestro compromiso con la convivencia pacífica. La paz solo es posible juntos. #compartir la paz